Vivienne Westwood

Vivienne Westwood fue mucho más que una simple diseñadora de modas, ella se ha convertido en una figura clave en la transformación de la moda contemporánea, destacando por ser un grito de caos creativo y provocación inteligente. Su tienda “Sex” —más tarde rebautizada bajo el nombre “Seditionaries” y más tarde “World’s End”—  que abrió junto a Malcolm McLaren se convirtió en un punto de referencia para la moda alternativa. Ambos jugaron un rol clave en el movimiento punk británico de la época. 

Desde el corazón turbulento de Londres en los años 70, Westwood incendió la escena con una sola idea: la moda no es solo para vestir, sino para resistir. Sus diseños mezclaban anarquía y romanticismo: encajes con cuero, corsets históricos y tartanes rotos, desdibujando los límites entre lo establecido y lo que estaba por venir. Vestir Westwood era —y es— portar un estandarte para cuestionar, para desafiar, para gritarle al mundo quién eres sin pedir permiso. A través del movimiento anarquista, el punk y la moda, Vivienne logró redefinir las reglas del juego, encendiendo las pasarelas de irreverencia, provocación y protesta. Un sello que aún la define. 

Más que tendencias, Westwood creó movimientos. Más que ropa, diseñó rebeldía. Entre las costuras de sus prendas se fusionaba la sostenibilidad, el activismo político y el arte subversivo… la británica, siempre ha tenido un objetivo claro, no seguir las corrientes, sino detonarlas. 

Si a la industria de la moda le hacía falta un zarpazo de protesta, Westwood vino al rescate apenas el pasado 24 de abril. Su debut en la Barcelona Bridal Week marcó un hito en el legado de la marca de la diseñadora. Incursionando de lleno, por primera vez en la escena nupcial —una a la que le viene bien un ligero toque punk— y cada prenda de la colección de Vivienne exclama: “¡basta de romanticismos!” 

Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.

El primer paso de Vivienne en la escena nupcial fue con el diseño de su primer vestido de bodas al contraer matrimonio con Derek Westwood en 1962 (de quién se divorciaría tres años más tarde) luego de ello, en su boda con Andreas Kronthaler, la diseñadora daría vida tanto a su vestido como al traje de Andreas, un conjunto de piezas idénticas de lana gris claro con polos color amarillo mantequilla, un estandarte de revolución y amor al mismo tiempo. Así mismo, la diseñadora era conocida por hacer encargos a la medida, tal fue el caso de algunas celebridades como Miley Cyrus, Barbaba Palvin, la princesa María Laura de Bélgia y hasta el famosísimo vestido de Carrie Bradshow para la serie de Sex and the City y qué decir del de Miss Piggy en su matrimonio con la Rana René. 

Sin embargo, no fue hasta ahora que la marca presentó una colección dedicada íntegramentre a la moda nupcial. Fue bajo la dirección creativa del propio Andreas Kronthaler (quien fue alumno y esposo de la propia Vivienne hasta su muerte en 2022) quien dio vida a esta colección de 43 piezas llenas de romance, irreverencia y estilísmo. 

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El desfile tuvo lugar en el histórico claustro de la Universidad de Barcelona, lugar que incluso influyó en la creación de algunas prendas, tal fue el caso de las flores de azahar —un símbolo de pureza y belleza— que están en el patio de la universidad (y que formaron parte de la colección). 

vivienne westwood
Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.

En esta ocasión Andreas retomó los clásicos estampados florales en rosas como parte de la inspiración tomada de las acuarelas de Pierre Joseph Redouté que se remontan al siglo XVIII para darle vida a piezas románticas y con un sello distintivo dignas del “sí, acepto”.

“Hay lino y algodón, georgette lavado y gasa, para que parezca que se ha usado una y otra vez. La organza más ligera, mucho encaje y duquesa rosa pálido de Italia. ⁠Cada personaje cuenta una historia”, escribió Andreas.  ⁠

Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.

Sin duda, el protagonista de la noche fue una reinterpretación en blanco del vestido de Madame de Pompadour, inspirado en el cuadro de 1756 de François Boucher. 

“Simonetta (Gianfelici) luce el vestido de Madame de Pompadour, inspirado en el cuadro de François Boucher, esta vez en blanco. A Vivienne le habría encantado; era su vestido favorito de todos los tiempos”, mencionó el director creativo de la marca. 

Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.

La tradicional corsetería de la marca se fusionó con la organza ligera, el tul, los volúmenes y los guantes largos para darle vida a esta colección nupcial que revoluciona a la industria. Además, la inclusión estuvo presente, desdibujando las líneas de lo establecido en cuanto a géneros… marcando una declaración de moda a cada paso que se daba en aquella pasarela. 

Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.

Así, la romántica tradición de los vestidos de novia se encontró con su estética irreverente: faldas desmontables, corsetería retorcida, volúmenes dramáticos y una paleta de colores que jugaba con blancos rotos, blush y hasta azules. En este desfile de Vivienne Westwood se detonaron expectativas: cada pieza era una declaración de intenciones, una novia punk con armadura de tul y acero, lista para reescribir su propia historia.

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Foto: Barcelona Bridal Fashion Week.