Sin duda alguna, una de las elecciones más importantes para el gran día es saber dónde se llevará a cabo la ceremonia religiosa, por lo que existen muchas dudas entorno a realizarla en el mismo lugar del evento o en una iglesia.
La Ciudad de México se caracteriza por tener un sinfín de iglesias ideales para la celebración de la ceremonia religiosa, desde ex conventos hasta modernas edificaciones, acá te presentamos un listado de las iglesias más solicitadas por los novios en la que seguramente encontrarás tu opción ideal para el gran día.
Ex convento Desierto de Los Leones
Este lugar —considerado el primer Parque Nacional del país— antes de convertirse en lo que hoy es, fue el lugar elegido por la orden de los Carmelitas Descalzas. Un santuario construido en medio de la naturaleza y alejado de la urbe, en el que esta orden religiosa ofrecía sus votos de silencio y meditación.
Construido durante el siglo XVII por Fray Andrés de San Miguel, el convento contaba con todo lo necesario para satisfacer las necesidades de los monjes, sin embargo, entre las edificaciones en las que se encontraba la cocina, la biblioteca, lavandería, las celdas y las capillas; destacaba el Jardín de los Secretos —un espacio que, como su nombre lo dice, resguarda los susurros de todas las personas que ahí habitaron y que utilizaron aquel lugar como uno de recreación y esparcimiento— que entre oyameles, pinos y encinos, se dibuja una verdadera obra de arte natural en donde hoy, se celebran bodas y otros eventos de índole social.
Fue en 1810, con el movimiento de independencia, cuando el convento fue abandonado y tomado por los independentistas, convirtiéndolo en el cuartel militar del cuerpo nacional de artillería. Luego de ello, sería abandona por más de sesenta años.
Para convertirse en lo que ahora conocemos como el Ex Convento del Desierto de los Leones, el gobierno lo restauró y en 1917 —durante el gobierno de Venustiano Carranza— fue declarado Parque Nacional.
Parroquia de San Jacinto
La Parroquia de San Jacinto tiene, quizás, más historia que cualquier otra. Considerada una de las iglesias más antiguas —que aún se mantiene en pie— de la ciudad. La Parroquia fue construida por la orden de los dominicos en el siglo XVI, se cree que inicialmente se trataba solo de una ermita o capilla destinada a los rezos de los monjes de aquellas orden, sin embargo, en 1580 adquirió la denominación de iglesia. El arte religioso que ella guarda, es variado y vasto, desde obras del siglo XVI y XVII, hasta una de las primeras cruces labradas en piedra de las que se tienen registro. Una combinación que refleja la cosmología de los artistas que participaron de la creación y los aposentos de este sagrado espacio.
Al interior, destaca el altar principal, que presume un retablo ornamentado en oro dedicado a San Jacinto. Todo ello resguardado por el portón original de la construcción de madera tallada —y que se dice, aún utiliza las bisagras del siglo XVI de hierro forjado—.
Rodeada por abundantes jardines, la Parroquia de San Jacinto es el lugar ideal para una boda clásica o bien, para conocer un poco más de su historia en un fin de semana, en el que podrás aprovechar las bondades del Bazar del Sábado de San Ángel.
Parroquia de San Agustín
La iglesia, que se erige en la Avenida Horacio, frente al Parque América en Polanco, fue construida en 1949 a manos del arquitecto Leonardo Noriega Stávoli —conocido por su labor de diseño en el Foro Lindbergh de art déco— y el ingeniero civil Juan Valero Capetillo, quienes crearon una edificación singular que hoy sobresale en aquella glorieta de Polanco.
Uno de los distintivos de la Parroquia de San Agustín es la fachada, que cuenta con una arquitectura cóncava que destaca por los relieves de los primeros siete agustinos que llegaron a México en el siglo XVI. Al interior, la iglesia cuenta con una amplia colección de arte neobizantino que atraparán la atención de los asistentes.
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Bajo la media cúpula que destaca al interior y en medio de dos imponentes columnas, se resguarda el altar mayor, que formaba parte del antiguo Convento de Santa Teresa la Antigua, una pieza del siglo XVIII que ahora pertenece a la Parroquia de San Agustín y que suma a su majestuosa belleza.
Parroquia de San Juan Bautista
A casi cinco siglos de existencia, la Parroquia de San Juan Bautista en Coyoacán guarda entre sus paredes, mucha historia nacional. Durante años, se creyó que la iglesia había sido construida por la orden de los franciscanos, sin embargo, su historia se remonta a la época de Hernán Cortés, cuando a su llegada en 1521, el tlatoani Ixtolinque —más tarde bautizado en la fe católica bajo el nombre Juan de Guzmán— le cedió al conquistador español una extensa cantidad de tierras para la construcción de palacios y templos. Fue entonces cuando, sobre lo que era, en aquel entonces, un calmecac, los españoles edificaron la iglesia y ex convento de San Juan Bautista.
Alrededor de 1753, los dominicos abandonaron Coyoacán, sin embargo, no fue hasta 1921 cuando los franciscanos dejaron Texcoco y se reubicaron en la parroquia de San Juan Bautista, una edificación que encontraron prácticamente en ruinas debido a los movimientos revolucionarios, esa fue la razón por la que, de las tres amplias naves con las que contaba, solo quedó una. A partir de la restauración, los franciscanos aprovecharon para renovar las pinturas y contar su historia a través del arte.
Recientemente la Parroquia fue sometida a nuevas restauraciones ya que sufrió graves daños estructurales como consecuencia del sismo de 2017, sin embargo, no deja de ser una de las iglesias más bellas y antiguas de la Ciudad de México y la favorita de muchos para las celebraciones religiosas.
Parroquia de San Josemaría Escrivá
Si lo tuyo son las edificaciones modernas, la iglesia de San Josemaría Escrivá será tu opción ideal, con menos de dos décadas de historia, la parroquia se terminó de construir en 2008 como parte de un proyecto en conjunto de los arquitectos Javier Sordo Madaleno, Jorge Isaías Guerrero y Jaime Krasowsky.
La iglesia, que se ubica sobre la avenida de Vasco de Quiroga, una de las principales de Santa Fe, fue construida sobre una ladera con cimientos de piedra, el único elemento convencional de aquella pieza arquitectónica cuyo techo de cristal se sostiene entre los dos muros curvilíneos que dan singularidad d la estructura. Se dice que el diseño es una repetición de siete rectángulos dorados combinados con dos curvas, haciendo alusión a la referencia católica del símbolo del pez.
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Su nombre lo recibe en honor a Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, un sacerdote español fundador de la orden religiosa del Opus Dei y que fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 2002.
Parroquia Santo Domingo de Guzmán
A un lado de la Plaza Jáuregui, podremos encontrar este hermoso espacio sacro conformado por la Parroquia y Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, un complejo construido por los franciscanos alrededor del año 1595, sin embargo, en 1608 pasaría a ser propiedad de dominicos.
Se trata de un amplio espacio conformado por bellos y extensos jardines que podrán visitar un fin de semana y que los cuales se cuidan y reservan para la celebración de actos religiosos, convirtiéndose en el lugar ideal para una sesión de fotos nupcial.
Su atrio es considerado uno de los más bellos —y cuidados— de la Ciudad de México. Hoy, a más de 428 años de haberse construido, la parroquia aún cuenta con detalles arquitectónicos originales del siglo XVI, lo que lo hace un espacio digno de admiración y lleno de historia. Al interior, vale la pena embelesarse por la belleza de las pinturas de la Virgen de Guadalupe, la Divina Providencia y La Dolosa, Cristo y San Juan de tamaño natural.
Parroquia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor
Una opción cuya construcción no se remonta a los siglos del medioevo es la Parroquia de la Esperanza de María, una iglesia cuya construcción comenzó en 1988 a manos del arquitecto Plutarco J. Barreiro Güemes en colaboración con el ingeniero Enrique Martínez Romero y se demoró casi una década en terminarse.
Su completa estructura es visible desde periférico, una de las principales avenidas de la cuidad, esta parroquia cuenta con tres opciones para la ceremonia con un templo principal para 900 personas, y dos capillas con capacidad de 250 y 300 personas, por lo que el número de invitados no será impedimento para realizar tu ceremonia nupcial en este recinto.
