Foto de portada por Two Birds Photography
Para todas las relaciones que tenemos en la vida debemos ir conociendo a la otra parte ¿Y porque no lo hacemos con los alimentos? si al final forma parte de nuestro día a día y tienen un impacto en nosotros físico, mental y emocional.
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La comida es algo que instintivamente está en nuestros pensamientos. Cada uno de nosotros tenemos la opción de escoger con quien queremos estar y esa decisión la basamos principalmente por lo que nos hace sentir. Podemos elegir estar con quien nos nutra y nos haga sentir bien ó decidir estar con quién probablemente nos gusta mucho, nos da una recompensa inmediata, no prolongada, pero sabemos que al final no es la mejor opción.
Un claro ejemplo es como muchas de nosotras actuamos cuando conocemos a un posible prospecto y tomamos decisiones.
Pongamos el escenario, llegas a la fiesta de tu prima, te dice que irán muchos amigos solteros de su novio. Llegas lo primero que haces es el análisis inicial que todas hacemos (súper discretas jajaja) y cruzas miradas con el más guapo (del que te das cuenta que todas tus amigas también le están echando el ojo). En el transcurso de la noche te acercaste a hablar con este galán y cierras con broche de oro cuando intercambian teléfonos.
Pasan los días y ni un mensaje ni llamada, solo te dejo el recuerdo de unos besotes, ¿cómo te sientes? Ese vacío genera un sentido de culpa, “porque no me llama” “y fuí muy lanzada”, y así continúan los pensamientos de bajón. Días después te topas con un invitado más de la fiesta, (que ni le prestaste atención) y lo primero que piensas… “ay noooo esta horrible y se ve súper teto”. Lo que no sabes es que es un tipazo, que es un hombre responsable, súper preparado, le encanta hacer hiking como a ti, cocina riquísimo, un estuche de monerías.
¿Qué tiene que ver todo esto? Apoco no hacemos eso con la comida… en un buffet lo primero que vas a ver son los postres, los waffles, el tocino, lo que todos sabemos que no es la mejor opción y ahí andamos de atascadas, y las ensaladas ni las pelamos porque quien come ensalada en un buffet.
En resumen es importante saber que tomamos decisiones respecto a la comida eligiendo lo que nos gusta a primera vista, lo que se nos antoja y en ningún momento tomamos en cuenta que es lo que nos hace bien, que es lo que nos va a nutrir desde adentro. Aprendamos a escucharnos y así tomar mejores elecciones para cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. De esta manera no solo nos estaremos alimentando, lo estaremos nutriendo de pies a cabeza y disfrutando todo el proceso.
¡Si no lo cuidamos nosotros nadie más lo hará!, el cuerpo es nuestro templo, chuléalo, cuídalo y ámalo, no por como se ve, sino por todo lo que hace por nosotros.
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