Este año, la firma de diseño italiana nos sorprendió con una colección que fue más allá de lo tradicional. Ian Griffiths, quien ha fungido como director creativo de Max Mara por casi 15 años —y que ha trabajado para la marca por más de tres décadas— llevó su nueva colección crucero a la mágica Venecia.
Durante su tiempo en la dirección creativa de la firma de moda, Griffiths se ha encargado de darle nueva vida a Max Mara, jugando con toques de modernidad y sofisticación en cada prenda presentada.
Para la presentación de su Resort Collection 2025, Max Mara viajó al lugar en donde la moda cobra vida de una manera única y seductora. En donde cada canal serpenteante y cada edificio antiguo que susurra siglos de historia se unifican para dar vida a una pasarela natural en donde el estilo se fusiona con la esencia de la ciudad.
Moda entre Palacios
La sede de la presentación fue nada más y nada menos que el Palacio Ducal, uno de los edificios históricos más importantes de toda Venecia, un lugar en donde nunca antes se había realizado un desfile de moda y cuyas puertas se abrieron para exponer la creatividad y sofisticación de Max Mara, en un viaje en el que se entrelazó historia y moda.
El primer día, la casa de moda italiana ofreció una cena de bienvenida que se realizó en el Palazzo Pisani Moretta, un edificio que alberga siglos de historia y que ha sido remodelado casi tantas veces como la ciudad misma. Aquella primera noche, además, los invitados recibieron una cátedra de historia sobre la Ciudad de los Canales.
Para esta nueva colección, Ian se inspiró en un personaje veneciano que fue clave para el desarrollo de la moda y la comercialización textil: Marco Polo, quien sería el responsable de llevar el lujo de Oriente a Occidente con la implementación de la Ruta de Seda.
Texturas que enamoran
La elegancia se entrelazaba entre abrigos de cachemira ceñidos con cinturones de borlas, cortes asimétricos, atuendos monocromáticos en tono camel y una variedad de sedas y estampados en vestidos y faldas.
“La intención era crear un guardarropa que exprese una sensación ligeramente elegante, aventurera, casi de capa y espada, para ser usado por una mujer moderna segura de sí misma y con cierta arrogancia”.
Ian Griffiths, director creativo de Max Mara.
Destacaron los abrigos largos, las batas y las capas que envolvían cada atuendo de una forma única. El punto central fueron las mangas de cada una de las piezas presentadas, cortes de globo, ondulantes, asimétricas, todas con las características texturas de la época de Marco Polo, revelando historia y elegancia en una colección que también clama simplicidad.
En la presentación de los atuendos no faltó el característico sello de la casa de moda italiana: los abrigos Teddy y los colores neutros. Además, asegura que los flats seguirán siendo un must tanto para looks casuales como elegantes.
En cuanto a accesorios, Max Mara demostró que los bolsos voluminosos, los anillos con piedras grandes, las capas y joyería que destaca seguirán siendo la tendencia por un largo rato. Siendo la cereza del pastel, la colaboración con el aclamado sombrerero británico Stephen Jones, quien le dio un toque sutil de extravagancia a los looks con sombreros tipo turbantes, diseños que complementaron la colección a la perfección.
La colección presentada en este escenario encantador no solo capturó la elegancia atemporal de Venecia, sino que también celebró su intrincada arquitectura, sus colores vibrantes y su espíritu de libertad. Las telas fluidas y los tonos inspirados en los reflejos del sol sobre el Gran Canal añadieron un toque de sofisticación a cada diseño.
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Desde la inspiración en la arquitectura gótica, hasta los motivos hindúes y chinos, cada pieza de esta colección evocaba la magia y el romance de una ciudad que ha cautivado a artistas y viajeros durante siglos.