Foto de portada por stylemepretty.
Cuantas mujeres no sueñan con llegar al altar en un imponente vestido blanco que resalte su silueta, una romántica luna de miel y una encantadora vida juntos y como la cereza del pastel, la llegada de los bebés. No obstante, por diferentes circunstancias la vida termina con otro orden y no precisamente el que tenias contemplado.
Les platico, me declaro culpable de la pereza que me consume al ver las 1050 notificaciones en un grupo de whatsapp y ni siquiera intentarme involucrar. Sin embargo; llegó el día en que lamente mucho no haber participado en un activo debate en un grupo con mis amigas, pues entre audios y líneas me llamo mucho la atención cuando una de ellas dijo: – ¿En qué momento de nuestras vidas pasamos de la etapa de casarse por un embarazo no deseado a casarse por amor?
Cabe mencionar que todo esto surgió por críticas que se estaban dando a amistades de la infancia que estaban contrayendo matrimonio a una corta edad y sin evidencia de un bebé por llegar ¡Y claro! ¡Es verdad! Yo no estuve para vivirlo y mucho menos para contarlo, pero años antes el matrimonio no solo era un negocio familiar; también era el compromiso de casarte con el primer hombre de tu vida para evitar ser juzgada ante la sociedad; o bien, porque ibas a ser mamá y tenías que apurarte en realizarte antes de que se notara tu panza en el altar. Actualmente respiro y miro a mi alrededor, vaya que eran otros tiempos, y aunque la brecha cronológica no sea muy extensa, realmente estoy conmovida en que cada vez son más las almas que entienden el futuro como pareja y las consecuencias que pueden pasar si adquieres responsabilidades que no estaban planificadas. Reitero, cada vez más no significa todos o la mayoría, aun hay personas que la vida les demuestra que no todo puede estar controlado, y cuando se trata de matrimonio e hijos, no siempre llegan en ese orden y a la mayoría se les viene todo abajo. Pero a ver, si este es tu caso o pudiera serlo, ¿Acaso te vas a agobiar?,¿Ser mamá antes del matrimonio?, ¿No poder usar un vestido satinado? ¿O que la bendición se haya auto invitado al gran día de sus papás?
Partamos de la idea que un precioso bebé se adelanto a tus planes y te encuentras en la disyuntiva de casarte inmediatamente, o esperarte a que nazca. Pero antes de dar el veredicto final, primero simplificamos experiencias ajenas y un poco de esto y aquello:
PROS:
-Se vienen unos kilitos de más, pero equis, estas embarazada, no gorda.
-Por la falta de tiempo tienes que tomar decisiones rápidas en cuanto a: lugar, menú, iglesia entre otros factores sin parpadear. Lo que hace que ahorres tiempo; quizás dinero y por que no, liberarte de mucho estrés.
-Si seleccionan los anillos con las manos un poco hinchadas aún podrías disfrutarlo durante el embarazo; posteriormente, si les quedan grandes lo pueden mandar a ajustar.
-Si ya no desean una fiesta igual, esta la opción de una cena o comida elegante; ahorran música, entretenimiento y litros de alcohol. (no me comprometo a que tu pareja este de acuerdo)
CONTRAS:
-El vestido querida, el vestido. Si creíste que finalmente comprar ropa por internet era como andar en patines, escoger un vestido y no tener idea cuanto vas a crecer es apenas subirse a la bicicleta por primera vez.
-Los pies se te van a hinchar entonces sugerimos comprarlos con poca anticipación.
-Igual y esto no es tan malo, pero lo más seguro es que la mayoría de los obsequios sean para el bebé.
Asumo que hay una lista interminable de anécdotas que no han sido mencionadas, pero tampoco te quiero dar largas. Yo no te voy a decir cual es la mejor decisión, no estoy a un pie del acepto y mucho menos he dado a luz como para compartir mi experiencia con náuseas o cualquier otro síntoma, pero creo en la magia de meditar y escuchar a tu corazón, que te conoce y sabe lo que te hará feliz. El orden de los factores igual no altera el producto; porque si al final lo que más deseas es pasar el resto de tus días con tu compañero de vida.
Así que olvídate de las personas y la difamación como deporte social, si decides traer un bebé antes del matrimonio no te hará menos mujer, pero tampoco serás la peor anfitriona si prefieres postergar tu evento para después. Su futuro como pareja no recae en el tiempo que deciden vivir una etapa, si no al frente de pruebas que la vida les da. ¡La decisión que lleguen a tomar que sea la que más los haga feliz!
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