Si bien, la mayoría de las veces, el anillo de compromiso se roba los reflectores en cuanto a la relevancia de la joyería en pareja, lo cierto es que las argollas de matrimonio son igual o incluso más importantes, puesto que son la representación de ese amor materializado en la unión de dos vidas que ahora caminan juntas. De ahí, que la decisión de compra de estos anillos no sea ni remotamente menor.
Si tú y tu pareja ya están en este camino rumbo al ¡sí, acepto! Les compartimos algunos de los aspectos que deberán tomar en cuenta a la hora de comprar sus argollas de matrimonio.
Presupuesto y personalidad
Antes de entrar a los detalles técnicos y a decisiones de diseño, lo primero que deberán hacer es fijar un presupuesto, esto no significa que no puedan ser flexibles a la hora de su compra, pero es muy importante conocer el estándar del mercado para establecer cuánto dinero pueden gastar en las argollas, de esta forma, podrán tener un acercamiento mucho más realista a lo que les gustaría adquirir.
El siguiente paso sería pensar en ustedes mismos, hay un sinfín de opciones allá afuera y constantemente estamos recibiendo información, imágenes y referencias de lo que está de moda o en tendencia, pero una argolla de matrimonio es algo que trasciende las barreras del tiempo, así que no te vayas por la opción que te gustó de tu celebridad favorita del momento o por la tendencia actual en cuanto a pedrería y montaduras. Piensa en ti, en tu identidad y en lo que sí te gusta usar. Al final, estas piezas serán un reflejo de su personalidad y, por supuesto, de su historia de amor.
Metales
Los metales no solo definen el color que tendrá tu anillo, sino que también influyen en otros factores como la durabilidad e incluso la frecuencia con la que tengas que darle mantenimiento. Si bien, uno de los más comunes es el oro blanco, es importante recordar que, como tal, no existe, sino que se logra a partir de la combinación de diferentes metales lo que hace que se logre el tono platinado, de modo que tu anillo se opacará con mayor rapidez si lo usas todos los días… por lo que tendrás que considerar darle mantenimiento por lo menos cada tres a cinco años.
Ahora, si decides irte por el oro amarillo, lo más recomendable es elegir argollas de 14 quilates —sí, así como lo lees— tenemos esta creencia de que, a mayor quilataje, mayor calidad en la pieza y, aunque no es del todo incorrecto, cuando estás pensando en anillos que usarás con mucha frecuencia, durante un periodo de tiempo muy prolongado, una pieza de 18 o 22 quilates quizá no será tu mejor aliado. Esto se debe a que, precisamente, a mayor quilataje, mayor pureza en el oro, pero no hay que olvidar que el oro es un material sumamente maleable, lo que significaría que más pureza en realidad estaría debilitando la durabilidad de tu anillo —es decir, se puede rayar o abollar con mayor facilidad con el paso del tiempo— en cambio, si eliges argollas de 14 quilates, la ligadura del oro con otros metales, te estarían asegurando una pieza con mucha calidad y también mucha más durabilidad.
Otra opción que está tomando fuerza es el platino, ninguna es mejor o peor, simplemente se trata de elegir lo que mejor se acomode a tu presupuesto y personalidad. El platino, por ejemplo, es un material mucho más raro que el oro, por lo que, de entrada, el costo de una pieza de este metal será mucho mayor. Además, es un metal menos maleable que el oro, por lo que es muy difícil lograr detalles finos y montaduras delicadas.
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Piedras
Dentro de las elecciones que puedes hacer para que tu pieza sea única es la incrustación de piedras preciosas o pequeños diamantes en las argollas, ya sea solo en una o en ambas. Sin embargo, hay un par de factores que deberás tomar en cuenta: el primero, es el costo, al incluir este tipo de piedras, el precio seguro se elevará. Además, deberás considerar la dureza de la piedra que elijas, ya que esto puede influir en que se caiga con el paso del tiempo y tendrás que reemplazarla.
Las piedras como el rubí, esmeralda y zafiro se encuentran entre 7 y 8 de dureza en la escala de Mohs (una que no es lineal, por lo que son considerablemente menos duras que la moissanita y el diamante).
Ancho
Si bien pueden elegir que el ancho de las argollas sea exactamente igual, también pueden jugar un poco por el diseño. Algunos hombres prefieren una argolla entre 4 y 7 mm de ancho, mientras que la mayoría de las mujeres optan por piezas de entre 2 y 4 mm. Esta decisión dependerá del estilo de argolla que elijan y sobre todo de su personalidad. No tengan miedo de elegir anillos idénticos o jugar un poco con la identidad de cada uno.
Detalles finales
Una de las decisiones finales será el grabado de las argollas, la mayoría deciden grabar la fecha de la boda o bien el nombre de sus parejas en el interior del anillo, como un símbolo adicional de lo que representa esta pieza tan importante, sin embargo, deberás considerar que cada uno de los detalles que agregues, lo más seguro es que tengan un costo adicional, pero recuerda que esta es una pieza única que es la representación de la unión de su amor.