Foto de portada por Ana Luisa de la Torre

No hay nada más inspirador que una historia de amor, ¿no crees? Esta vez haremos un viaje a Guanajuato para formar parte del gran día de Isa y Rodrigo, una pareja llena de emociones y sonrisas que, sin duda, te inspirará. Con los derredores correctos, un ambiente increíble y los detalles acertados, esta boda refleja el toque clásico y tradicional de esas celebraciones que jamás pasan de moda, así que esta es tu gran oportunidad para dejarte llevar por las fotografías de Ana Luisa de la Torre.

La novia

Para el gran día, Isa decidió verse espectacular con un vestido de novia corte princesa en color blanco y escote corazón. Los volados fueron parte importante de su estilismo, así como un lindo cinturón acompañado con cientos de aplicaciones. En el tema de los accesorios, nada mejor que un par de zapatos de novia Christian Dior para acompañar la ecuación, sobre todo por el tono plateado de los mismos y los cristales que sobresalían en ellos. Sin duda, una gran elección para caminar hasta el altar. Otro de nuestros detalles preferidos fue el ramo de novia, un diseño extraordinario protagonizado por orquídeas blancas y rosas en tono rosado. ¡Simplemente perfecto!

El novio

Rodrigo, por su parte, se decidió por un traje de novio tradicional y muy elegante, ideal para mantener la armonía con el amor de su vida y con la temática de su “sí, acepto”. ¿No te encanta cómo se ven juntos?

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La ceremonia

Bajo un rito tradicional, Isa y Rodrigo llegaron hasta el altar para pronunciar el tan esperado “sí, acepto”. Los invitados en todo momento se mostraron entusiasmados por la nueva aventura que este par habría de comenzar, compartiendo miradas y dejando de manifiesto la alegría de ver a estos novios unirse como matrimonio. Después de compartir símbolos e intercambiar votos, los recién casados salieron de la iglesia con la sonrisa más grande por iniciar un nuevo capítulo en su historia de amor.

La recepción

Bajo un halo de elegancia, los novios e invitados se dieron cita en la Mina de Guadalupe, uno de los lugares más enigmáticos del estado. La decoración recibió a todos con una pared de flores blancas encantadoras, arreglos colgantes elaborados con flor de nube y una pista personalizada en la que los novios compartieron su primer baile como esposos. La fiesta fue toda una celebración de amor y mucha buena vibra, una noche de muchísimas emociones y, por supuesto, la consolidación de una historia fantástica.

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