Vera Wang lo vuelve a hacer. Su colección Haute Spring/Summer 2026 reinterpreta el romanticismo clásico con una mirada audaz y estructural. Esta propuesta nupcial no se limita a seguir la tradición: la transforma. Se trata de una entrega sofisticada, diseñada para novias modernas que buscan impacto, movimiento y carácter.
Los elementos románticos —corazones, flores y lazos— se integran en la construcción misma de cada vestido. Más allá de ser adornos, se convierten en formas esenciales que definen las siluetas. El resultado: vestidos que combinan sensibilidad con intención, y delicadeza con fuerza visual.
La selección de textiles subraya este enfoque. Telas como organza de seda, faille ultraligero, satén duchesse y encaje chantilly francés aportan estructura y volumen, pero también fluidez. Detalles drapeados a mano y texturas contrastantes construyen faldas dinámicas, mangas con personalidad y cuerpos esculpidos que hablan de técnica y artesanía.
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Una de las grandes apuestas de esta colección está en el diseño de espaldas y costados. Los vestidos están pensados para impresionar desde todos los ángulos. Aparecen capas arquitectónicas, faldas con arcos en volumen y peplums fruncidos que transforman el movimiento en parte del diseño.
El enfoque sensual también está presente, pero con una mirada sofisticada. Wang propone transparencias controladas, cortes precisos y siluetas que juegan entre lo clásico y lo contemporáneo. Es una colección para novias que quieren sentirse modernas, pero sin perder el carácter icónico del vestido blanco.
Spring/Summer 2026 de Vera Wang es un ejercicio de equilibrio: entre lo teatral y lo refinado, entre lo romántico y lo estructurado. Una propuesta que redefine la elegancia nupcial con un lenguaje propio, pensado para aquellas que buscan más que un vestido… una declaración.