Foto de portada por stylempretty
El alcohol es una arma de doble filo, como una camisa blanca de mala calidad, que puede llevarte a ser protagonista en buenos y no tan buenos escenarios; pero que si sabes dominarla, no habrá situación que no puedas superar.
Este arte se fomenta en 4 disciplinas diferentes, y si eres buena aprendiz o más bien pionera de este twist, claramente fusionas todos estos elementos en diferentes gamas. Ya enfocándonos en temas más etílicos, el arte de “prepararlo”es uno de ellos, cuando lo haces para ti, acorde a tu estado de ánimo o para alguien más por querer impresionar. Bueno, primero partamos de la idea del placer personal. Generalmente soy una persona un poco energética que no aguanta estar mucho tiempo sentada, quieta, sin hablar con alguien y bueno; ni hablar en los vuelos, cuando son largos me quiero morir. Afortunadamente tuve un acercamiento con el libro A Woman’s Drink: Bold Recipes for Bold Women (La bebida de una mujer: Recetas atrevidas para mujeres atrevidas) de Natalka Burian y Scott Schneider, en su manual presentan diversos cocteles para diferentes ocasiones y hay un capítulo en el cual mencionan la bebida ideal, para aquellas personas que le tienen miedo a los aviones; aclaro no es pavor, simplemente me da ansiedad estar en un asiento más de 4 horas y me pareció lógico tatuarme la receta de la michelada DIY para volar.
¿Qué necesitas?
- Cubos de hielo
- 1 oz [30 ml] Mix de Bloody Mary o jugo de tomate (lo que tengan en el avión)
- 1 pedazo de lima
- 1 a 2 gotas de salsa picante o ½ paquete aproximadamente (el cual vas a adquirir en la feria de comida o una botella mini de salsa tabasco)
- Una lata de cerveza ligera
- Pizca de sal y pimienta (si ya agarraste confianza)
Este menjurje, requiere un cierto grado de planificación por adelantado, pero vale la pena cuando no quieres limitarte a las opciones del carrito. Ya lo probé, me gustó y no tuve problema al identificar mi equipaje.
Por otro lado esta, el arte de prepararlo para alguien más. Existen infinidad de recetas, no hay necesidad de conocer a todos los invitados o la persona que quieras impresionar, una bebida vibrante con colores de puesta de sol y la efervescencia de frutos puede hacer gratinar su paladar al grado de no querer soltar la copa.
Ya hablamos de la preparación, pero ¿Qué hay de la manera en que debe servirse? Querida, ese es el complemento del primer elemento y lo que lo convierte en un homenaje a Charlotte Voisey. Una vez manejando el balance de sabor, ni muy dulce, ni muy amargo, es necesario que tengas una fuente de inspiración, ya sea que adornes la bebida con ralladura de naranja flameada o una lámina de pepino y lima sobre la copa correspondiente, pueden hacer que cualquier drink sea toda una experiencia.
Según yo la tercera disciplina que voy a mencionar es mucho más fácil, ya que prácticamente esto implica solo pedirlo. En teoría la mayoría de nosotros tenemos un destilado con el cual estamos casados; y aunque no discriminamos otros licores, también hay que reconocer que como cada copa con su respectivo vino, existen tragos para cada ocasión. Aquí un ejemplo extremo, puedo comprender y compartir tu amor por el tequila; pero si vas a conocer a la familia de tu novio por más patriotas que ellos sean, por favor no pidas una paloma y mucho menos un shot de un reposado. Puedes pedir una perol spritz, que es un ícono hermoso, agradable y que deja al descubierto un poco de tu esencia.
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Y finalmente, cerrando y abriendo capítulos de la vida, la armonía de “lucirlo”. Anteriormente, mencione como una copa de alcohol puede reflejar tu identidad personal. Esto no lo inventé, ni me lo saque de la manga, lo hemos visto todo el tiempo en personajes icónicos como en Sex & The city; es imposible imaginar a Carrie Bradshaw sin sus Manolos y como olvidar a Blair Waldorf, que nunca era demasiado joven para un dry Martini.
