Pocas cosas provocan tanta nostalgia como unos buenos hotcakes recién hechos. Esponjosos, cálidos y cubiertos con mantequilla derretida y miel. Son un clásico reconfortante que nunca pasa de moda. Por eso, armamos esta guía con algunos de los lugares más irresistibles para desayunar hotcakes en la CDMX. Cada uno con su propio encanto, pero con una misión en común: servir los mejores pancakes que vas a probar.
Niddo
Ubicado en el corazón de la Juárez, Niddo se ha convertido en uno de los spots favoritos para desayunar con calma y buen gusto. El espacio combina maderas cálidas, detalles vintage y una atmósfera íntima que invita a bajar el ritmo. Sus hotcakes son un favorito declarado: altos, dorados y perfectos en textura. Se sirven con mantequilla batida con maple y frutos rojos, pero también puedes pedirlos con tocino crujiente si quieres agregarle un toque salado. Aquí, cada plato se siente como un abrazo: cálido, bien pensado y reconfortante. Ideal para las mañanas lentas y los desayunos con alguien especial.
Épice Kitchen
En una esquina soleada de la colonia Roma, Épice Kitchen propone una cocina de autor con toques franceses y sensibilidad mexicana Sus hotcakes destacan por la calidad de los ingredientes: harinas suaves, mantequilla de verdad y toques sutiles de vainilla. Lo que los hace únicos es esa elegancia discreta, aquí no hay exceso de toppings ni acentos innecesarios, solo ingredientes de calidad, buena técnica y un resultado impecable. Es ideal para quienes buscan algo reconfortante pero bien ejecutado. Perfecto para un desayuno de media semana que se sienta como un pequeño lujo.
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Bou Panadería
Bou no es solo una panadería: es un espacio donde el diseño, el pan y el café conviven en armonía. En su menú, los hotcakes ocupan un lugar especial, sobre todo por la forma en que los acompañan: compotas caseras, crema fresca, polvos de almendra y jarabes infusionados con hierbas. Además, todo se sirve en vajillas preciosas y con una presentación que parece sacada de un editorial gastronómico. El espacio, con sus paredes blancas, mesas de madera clara y ramos de flores silvestres, te hace sentir como en un brunch europeo, sin salir de la ciudad. Ideal para ir sola con un libro o acompañada con alguien que ame los desayunos largos.
Lalo!
Desde hace años, Lalo! es sinónimo de brunch divertido, caótico y delicioso. Su cocina abierta, las mesas comunales, los murales vibrantes y el servicio desenfadado lo convierten en una parada obligada para los que aman comer rico sin tantas formalidades. Los hotcakes de aquí son generosos y festivos: apilados en capas, servidos con fruta fresca, crema montada y miel de maple. Algunos días tienen opciones especiales con chocolate o nueces, y siempre hay café y jugos frescos para acompañar. Ven con hambre, con tiempo y con ganas de disfrutar sin prisa.