En nahuatl, maiz se dice tlaolli, que significa “nuestro sustento” – Quintonil
Ubicado en el corazón de Polanco, Quintonil es más que un restaurante: es una travesía sensorial a través de los sabores de México. Hace unos días, lo visite para una cena casual que terminó siendo inolvidable.
Desde el primer momento, el ambiente te envuelve: cálido, sobrio y sofisticado, sin una pizca de pretensión. La atmósfera minimalista y elegante invita a bajar el ritmo y abrir los sentidos. Aquí no hay carta: sólo un menú degustación de nueve tiempos, donde cada platillo cuenta una historia con ingredientes que celebran la riqueza del campo mexicano.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue el rib eye añejado de Tequisquiapan, Querétaro, acompañado de un garum de huitlacoche, mole de brócoli y hojas de primavera. Una sinfonía de texturas y sabores que redefinen lo que entendemos por cocina tradicional. Cada platillo fue maridado con un vino tinto mexicano que nos recomendó el equipo, logrando un equilibrio perfecto.
El servicio es impecable, sin ser invasivo. Distintos miembros del equipo presentan y explican cada platillo con pasión y conocimiento, lo que convierte cada bocado en una experiencia más profunda y significativa.
También te puede interesar: Ruta japonesa, 6 spots para una experiencia gastronómica única
Lo que distingue a Quintonil no es sólo su técnica o ingredientes, sino su capacidad para hacernos sentir orgullosos de nuestras raíces. Es alta cocina con identidad. Es arte comestible que honra a México.
The Brible Tip: Si buscas una cena que combine sofisticación, tradición y una ejecución impecable, Quintonil es una parada obligada. Eso sí: reserva con anticipación y prepárate para una experiencia premium que vale cada peso invertido.
Una cena aquí no sólo se recuerda, se saborea durante días.
Si quieres conocer más detalles del restaurante y su menú, da clic aquí.