japonesa

La Ciudad de México se ha convertido en un epicentro gastronómico que mira al mundo sin perder su autenticidad. Y dentro de esa escena vibrante, la cocina japonesa ha encontrado un lugar especial: espacios que no solo respetan la tradición, sino que la reinterpretan con carácter propio. Si estás buscando una experiencia japonesa que vaya más allá del sushi y te transporte desde el primer bocado (y vistazo), estos lugares merecen un lugar en tu lista.

Izakaya Kura 

Este restaurante es el equivalente a un pequeño viaje a Tokio sin salir de la Roma. Con una vibra cálida y relajada, Izakaya Kura honra las tabernas japonesas tradicionales con un menú lleno de sabores auténticos. Las brochetas yakitori, el ramen y sus sake infusions son ideales para una noche informal pero con mucho estilo. En Izakaya Kura, cada detalles está pensado para sumar a una narrativa deliciosa y auténtica, desde sus ilustraciones discretas en las paredes hasta cada uno de sus platillos. Perfecto para quienes buscan autenticidad sin pretensiones.

Kill Bill

Con una estética inspirada en la película de Tarantino (y por ende, en el pop japonés), Kill Bill es un spot que combina ambientación teatral, buena música y una carta que fusiona lo japonés con lo contemporáneo. Pero detrás del nombre cinéfilo hay un concepto gastronómico dirigido por el chef Hiroshi Kawahito. 

Este restaurante es un tributo contemporáneo a la cocina izakaya, pero con un twist creativo en cada platillo. Los rolls creativos, los baos y el ramen se disfruutan en un ambiente divertido, ideal para una noche entre amigos o una cita con sabor a Tokio moderno.

Ikigai 

Ikigai es la definición de equilibrio. Su cocina, dirigida por el chef Luis Arce, se enfoca en la pureza del producto y en una presentación impecable. Aquí la experiencia es silenciosamente sofisticada, con platos que respetan la tradición japonesa pero que  incorporan ingredientes locales de manera armoniosa, de modo que cada platillo cuenta una historia que se suma a un ambiente minimalista. 

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Yoshimi 

Ubicado dentro del Hyatt Regency, Yoshimi es un clásico que nunca pasa de moda. Con un entorno sobrio y elegante, ofrece una de las propuestas más completas de cocina japonesa en la ciudad. Bajo la dirección de la chef Mirian Moriyama, este restaurante ofrece una experiencia refinada que respeta los rituales y sabores del Japón tradicional. Con su barra de sushi, sus mesas tatami y hasta el jardín japonés, lo convierten en un favorito para celebraciones especiales o para quienes buscan una experiencia impecable de principio a fin.

SanTō Handroll bar  

Lo que comenzó como un concepto innovador se ha consolidado como uno de los espacios más emocionantes de comida japonesa en la ciudad. El chef Toshio Kusano lidera la propuesta con handrolls hechos al momento, frente a ti, en una barra envolvente que te permite conectar directamente con los sabores y texturas.

El menú cambia según la temporada y la interacción con el itamae (chef) lo que suma al encanto de este lugar. Aquí podrás experimentar el sushi en una dinámica envolvente y absolutamente deliciosa.

Madai Sushi 

Ubicado dentro del centro comercial Antara, Madai Sushi es un omakase bar que lleva la experiencia de sushi a otro nivel. Aquí, el chef elige cada platillo del menú, guiado por la frescura del día y la inspiración del momento. Es un espacio íntimo con una barra donde el comensal se convierte en espectador de una ceremonia gastronómica cuidadosamente curada. Con una atención minuciosa a la presentación y a los ingredientes importados directamente de Japón, Madai se posiciona como una parada obligatoria para los fanáticos del sushi más exigentes. El ambiente es elegante pero sin pretensiones, ideal para quienes valoran el arte de lo efímero y la excelencia en cada bocado.